sábado, 19 de noviembre de 2011

Cumpleaños.

Ya he pasado un par de días después de mi cumpleaños, el vaivén telúrico con el que desperté desde ese día poco a poco a desaparecido, no así el mal aliento.
Navegaba en esas paginas que de a poco he descubierto, una de las cuales pasan de ser mis favoritas a mis insatisfactorias, pese a ello, hay enlaces que me siguen gustando y los cuales disfruto al máximo cada vez que la rutina de pasar el mouse en la pestaña de favoritos me abre paginas sesudas y suertudotas.
El mundo de la clonada buba, es uno de ellos, recuerdo aún cuando vi por primera vez los moneros de buba en una revista de "La mosca en la pared", hace algunos ayeres, cuando aún podía tener tiempos libres, o al menos creermelos, y ahora meses después, vaya que ha pasado el tiempo desde aquella ocasión cuando aún creía que los tiempo podían ser nuestros, no volar, pero afinando nuestros sentidos a la idiosincracia actual, he de decir a mi favor que todo cambio es favorables siempre y cuando no tenga que hablar de mi hijos.
Y heme aquí, nuevamente en la pagina vacía de un ordenador, transgresor de ideas socráticas y postkafkianas, luchando por mantener sobria a la botella, que se empeña en querer probar su delicada naturaleza con las inercias gravitatorias.
Pero la interacción social fascista de una pagina web me impide seguir adelante, debo de solidarizar con la pletorica humanidad que ni me pela ni me juzga, pero en su indiferencia me siento acogido.
Al ver sus interacciones que veo en ellos que son mas reales que los comunes de otros días, ¿no?, no, en realidad solo somos circunstancias parecidas de realidades distintas.

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