viernes, 14 de noviembre de 2014

Hoja de ruta

Escribir es parte de mis mejores vicios y vaya que tengo varios. Si tengo que colocar en mi hoja de ruta los sueños y ambiciones que debo suponer para un futuro inmediato, podría pensar en los próximos 3 meses. Y viéndolo por adelantado, dentro de 3 meses no tengo la mas mínima idea de donde carajo voy a estar. Lo que si se es que mi sueño es tener un trabajo independiente y muchas horas libres para escribir y leer. Al referirme a independiente, me salgo de las normas estrictas de cualquier trabajo, aun del llamado independiente. Nada esclaviza más que lo que parece ser libre o anclado a la libertad, es pesado caminar detrás de las palabras. Soy dependiente de las palabras, ellas me definen y defienden, las palabras. Surgen con la igualdad de unas nubes que forman apresuradas, comunicaciones visuales y arcoíris de silabas, lluvias de pretéritos, tormentas en prosa. Las palabras deciden el camino, Leerlas es comerlas poco a poco. Es comerse el camino. Y entonces es este camino el que ha dejado oscuras cicatrices que se diluyen como las hojas entre el musgo del bosque. Consumido el recuerdo, consumido el tiempo, abrazando las cadenas que aprisionan mi tobillo, acostumbrado a su doloroso escozor. Abril 11 Aun no logro definirte en verso, mucho menos en prosa. Junio 11 Un día voy a reventar mis pulmones y ahogarme en mi sangre con tanta mierda dentro. Julio 28 No te creas, al principio te observé como una elección, pero cuando posaste tus lividos ojos en los míos, atravesaste mi cuerpo, como el cuchillo en la mantequilla, de cierta forma esta indiferencia parecida a la del transeúnte qué mira mi camino me hace retroceder y no dejar qué avance la obsesión completa. Es complejo el ser ya qué a pesar de qué cada noche recurro en sueños a lu imagen, aun siento qué no te tengo plenamente instaurada como enajenación. Ha de pasar algún tiempo para olvidarte, lo se, llevo un registro preciso de lo mismo, cuando el asombro me deja inmóvil, pienso qué descubrir tu mirada en la mía, en la profunda senda de un beso no dado. Tenemos un camino sin recorrer, una ladera de la montaña qué se empeña en no ceder. El embate diario las mortales mentiras, el clima humedo, todo me recuerda a estar tumbado en tu cama, observando tu pausado andar, verte maquillarte, te desnudo con la mirada, qué es una mirada, sabia luz derramada, profunda como las raíces de los manglares, como el pozo donde caigo en las noches suspirando tu nombre, tus nombres. Ahora es veracruz Mucho he tenido en la mente corregir mis pensamientos los que se detienen en cada instante defendido. Puedo aprender un poco mas acerca del valor que tienen las lagrimas derramadas. Y entonces paso que despues de muchos años deapues entregas de corajes la simple y mundana situacion permitiera el paso aimple a la divinudad

Escribir es una cosa rara

  Escribir es una cosa rara, es un evento que suele acompañar las madrugadas descafeinadas, cuando el acoso laboral te deja en visto, cuando...