viernes, 23 de marzo de 2018

Petreo


Encontrar otra vez el significado, escribir y plasmar la vivencia, cierto que saber no basta, hay que optimizar el tiempo de vida, no se trata solamente de convertir nuestra emoción en algo mas que acción, el pleno goce de la vida que salta de un planeta a otro de una vida a otra.
Y saberlo como ente sensible, como una piedra que en su interior alberga mas que el secreto de la vida.
Composición pétrea de la universalidad.
Y así en la vida, frente a la cotidianidad albergada de la naturaleza, algo de mi se estruja por dentro, una sensación de vacío y de soledad anticipada, ya había platicado con ella del significado de las relaciones malsanas y de la inevitable rueda de moebius que plenifica y simplifica los hechos de vida, las situaciones vuelven a repetirse por que la misma vida en su programacion nihilista carece de la inteligencia del significado, de que le sirve a la oruga saber que se llama oruga?, de que me sirve a mi saber que no estoy donde quiero estar, no por eso dejare de ser quien soy, no por eso dejo de planear cada instante en el mismo momento en que decido llamarme a mi mismo por mi nombre o por el nombre de otro, que sentido tendría entonces saber lo bueno y lo malo, de que me sirve saberlo y si de todas formas la vida seguirá su rumbo, haciendo los ajustes necesarios para poder avanzar, y ver las cosas como las vemos solo nos sirve para darnos cuenta de que es lo que estamos dispuestos a dejar atrás con tal de seguir adelante.

Si en el dielectismo de la filosofía, verdad, necesaria, o no, me presenta los artilugios de la conceptualización, para que usar mi mente en la autodestructiva semántica del análisis.

Saber o no saber, de que me sirve para que parte de mis instintos mas básicos podría yo anidar la pletórica idea de que nada es para siempre, ni el significado ni el concepto, ni la bochornosa necesidad del tedio, o la caprichosa idea del amor, si en el abril de las manzanas las peras nada pueden hacer, si es que otoño e invierno se subsecuentan, si la serpiente baja o sube, si el arquitecto de la unversalidad somos nosotros, si somos el resultado de la evolución universal, si podemos crear y creer, si nuestra mente solo es conducto de las realidades antagónicas de la fuerza indestructible de la vida.

Si saberte cierta si condensarte en mis pensamientos si construir nuevos recuerdos solo vienen con los años, si el reto real solo es aquel que me propongo cuando me levanto cuando levanto u dedo, cuando el cambio solo es aquel que doy en los semáforos, si saberte cierta como otra particular yoista de mi intelecto abstracto y bastardo.

En las pétreas resoluciones de la realidad saboreo en este instante la súbita presencia del viento, el enigmático sonido de las palomas que me sonríen a cada lado, de aquellos vagabundos que se apiadan de mi presencia y me hacen creer que tengo mas que ellos, si esa idea de que soy mas afortunado cuesta la misera moneda que me pide, por supuesto que pago ese precio, al fin y al cabo, no haré la gran diferencia en su vida, pues su vida es en si hacerme creer que tengo mas que el, si pudiera en este transacción salir beneficiado mis ganancias solo me duraran un instante, el cual se desvanece junto al par de monedas que benevolentemente le extiendo desde mi raquítico bolsillo.

sábado, 10 de marzo de 2018

Tlaquepaque, color y fiesta

Es normal entonces salir a la calle y encontrarse al mariachi cantando cielito lindo, caminar unos metros y encontrarse algún artista callejero realizando un dramatico malabar, en un restaurante los finos tonos de una voz de soprano cantando canciones de Javier Solis, los niños gritando alrededor del parian principal.
Ya me estoy habituando a sus calles estrechas, a su trafico lento, al aire que discurre siempre como una ventisca permanente, con un aroma entre aceite quemado y arena de montaña, al polvo que diario deja su inmoral huella en todo aquello que lo rodea.
Cuando camino de regreso, ya no es raro para mi, almorzar con imitadores de buena voz, con los payasos de la cuadra, con el mariachi del Patio.
Es Tlaquepaque los hostales por la noche, el silencio abruptamente quebrado por ruidos consistentes de las risas embriagadas, ellas embriagadas ellos hilarantes.
Ya no es raro entonces, encontrar mi sombra deseando salir del encierro del consultorio, solo para unirse a la radiante vida que se mece en las tardes de Jalisco.

Escribir es una cosa rara

  Escribir es una cosa rara, es un evento que suele acompañar las madrugadas descafeinadas, cuando el acoso laboral te deja en visto, cuando...