sábado, 10 de noviembre de 2012

En la espera

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En la espera nos quedamos a veces mudos, a veces distraídos, a veces ocupados en cosas no trascendentes, en la espera, reflexionamos, desesperamos, reclamamos, hacemos el pancho, tomamos un café, caminamos, observamos a los demás, nos enfermamos, nos enamoramos, nos dejamos, besamos con los ojos, con las manos, con el cuerpo.


Besamos al aire, a la silla, a los barrotes que nos aprisionan, como el hombre extraño de Silvio, en la metamorfosis del hombre que fuimos al hombre que seremos, vamos al baño, tiramos nuestras excrecencias, saturamos de viscosos contenidos los micrófonos, escuchamos al prójimo, quejarse, siempre quejarse, como si vivir fuera un sufrir para el otro, para uno que no se cansa de escucharlos, mas siempre regresa, el otro, a platicar de sus mismas penas, de sus mismas alegrías.


Esperando pasando los días, los mares, los temblores, pasan otros antes que uno en las filas, esperando, pasan las nubes y las hormigas, pasan vendiendo sueños y rumores, pasan los hombres y los monstruos, y pasan igual las pesadillas.


Entonces si esperando pasa el resto de mi vida, entonces ¿que espero?.


Solo espero el día de mi muerte, y después de eso, esperare a secarme, a pudrirme, a deshacer mi cerebro, ha convertirme como dice la Biblia, en polvo, en el vil y llano polvo, polvo que ahora cubre mi cuerpo cuando salgo a la calle, polvo de otras almas, de otros seres, de otras ciudades, de otros países, que también murieron esperando.


Y luego ¿que?


El polvo se convierte en aire que respiro, el aire se escapa de la atmósfera, el planeta se pudre, se colapsa, y se une con el enorme contenedor universal al que pertenezco, no soy mas que la unidad que se pierde en el unidad masiva, colectiva del todo.


Una brizna de paja y yo no tenemos nada de común y a la vez conservamos la esencia de lo común, de lo que esta construido en nuestra simiente, de lo que se aprovecha y de lo que no, de lo que hay en el alma y que la brizna ha logrado aquietar, y que yo, aun no.


En ese sentido, la brizna en su quietud ha logrado aquietar su espera, por que ya no espera nada, solo esta ahí, con solo algunas opciones y sin opciones no esperas, por que no hay mas opciones.


Mas para hacer ligera la espera, podemos engañarnos un poquito y decidir hacer otras cosas antes que esperar, por que si nos damos cuenta de la espera, entonces, y solo entonces, no sabríamos que hacer antes de lo que esperamos y ese pensamiento me inmoviliza.



lunes, 5 de noviembre de 2012

Un cambio mas

Hoy es un dia de cambios, cambiamos de casa, cambiamos de piel, cambiamos de pensamiento, palabra, obra y omision, como una homilia, que no es lo mismo que omelete, una lleva (h) y la otra se sirve con frijoles.


Platique largo y tendido y creo que nos lo debiamos, con una copa de vino, con una excusa honrosa, ya que, pues, nadie como yo se cambia de casa tantas veces en un año.


Voy por mi 4ta mudanza y apenas es noviembre.


Exacto, es casi mi cumpleaños, y como cada año, siempre es diferente.


Y eso como que me gusta.




sorpresa


Y ahora, con Bibi, cambiamos a un arbol mas grande.


Dijera el buen Humberto Macias, hay que darle libertad a la mujer, hacerle la cocina mas grande!


Y pues vaya que hemos progresado y me sienta bien los cambios, quiero que este, sea el definitivo.




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viernes, 2 de noviembre de 2012

Resumen Viaje

Ha pasado una semana desde mi llegada a México, hoy la ciudad me sorprendio por las mañanas, mientras caminaba buscando mi desayuno.

Ya faltan solo unas horas antes de irme nuevamente al sur de mi país.

Estos dias me han dado el tiempo necesario para pensar adecuadamente en las opciones de mi vida, y de las oportunidades que tengo en mis habilidades.

Algunas de las cuales aun debo perfeccionar, y analizando un poco mi vida, he dado pasos firmes para poder desarrollarme en el aprendizaje y enseñanza de la optometria.

Aunque aun me hacen falta muchas herramientas, que algunos considerarian importantes, seguir preparando mi camino lo es mas aún.

Y eso pienso seguir haciendo.

El Df me recibio y me dejo ir, sano y salvo aun, mis recuerdos de largas caminatas en el centro historico son algunas de las cosas que nunca olvidare.















Escribir es una cosa rara

  Escribir es una cosa rara, es un evento que suele acompañar las madrugadas descafeinadas, cuando el acoso laboral te deja en visto, cuando...